BOTA1810
Confrontar los recuerdos de pasadas acciones con la historia resulta algo complejo especialmente cuando existe una analogía iconográfica.
Confrontar los recuerdos de pasadas acciones con la historia resulta algo complejo especialmente cuando existe una analogía iconográfica.
Lo pasado adolece de un mal llamado subjetividad por ser contado o representado por sujetos con convicciones propias a favor o en contra de lo ocurrido. Lo curioso del asunto es que pasar del tiempo al compás de un minutero da para que algunos se pregunten qué acción se conmemora después de doscientos años, ¿el ingenio y talento de un pintor, ya que siquiera pensar en el 19 de abril de 1810 es recordar automáticamente la pintura de Lovera, o una respuesta a la situación de mando? que es el concepto manejado desde una respuesta dada producto de una seña indicada.
Dos acciones aisladas porque solo el pintor conoció el hecho representado mientras que los involucrados no posaron para ser inmortalizados. En un intento de cuestionar un motivo, cónsono entre historia, iconografía igual a libertad conmemorada luego de doscientos años, una bota militar aparece en un lugar desolado, entre escombros y con pose propia del romanticismo (aislada de la acción). Ésta como símbolo de milicia, es fuerza y firmeza del paso de un ejército dispuesto a defender su nación, pero en el caso de una imagen romanticista con un contador significando el tiempo visible, que cuestiona el paso de cada numero, de las miles de acciones, como lo refleja Filip Carrasco en su video Tiempo, y de las narraciones del presente - pasado haciendo stop en algunos momentos considerados importantes por el paso de anarquistas en la nación, es una suma de todo para una propuesta artística producto de una angustia del transcurrir de un tiempo cualquiera vivido desde las consecuencias de otro tiempo.
Dianora Pérez
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